martes, 30 de septiembre de 2008

Gente 10

Los días que estás de guardia, como hoy, son los días en que danzas por el hospital, si no operas, acercándote a los pacientes para compartir con ellos el lado menos amable del ingreso. El lado menos amable es, en el mejor de los casos, el tiempo pasado dentro de una habitación. El tiempo es ese ente que pasa sin verlo, sin oírlo y casi sin sentirlo. Aunque yo con mis 28 años ya me veo alguna cana que otra. Será que sí que estoy sintiendo el tiempo.

En estos días de guardia, tengo visitas obligadas a determinadas partes del hospital, en las que creo que un cirujano debe estar presente, además de, por supuesto, el quirófano.

Y en estas determinadas "partes del hospital" hay gente muy especial. Gente 10. La gente 10 es gente que está entre la gente, siendo aparentemente normales. Son gente común. A primera vista, claro. La gente 10 no tiene edad. Hay gente 10 que pesa 600 gramos y hay gente 10 con 86 años.

La gente 10 no tiene miedo a nada. Afronta los obstáculos sin desánimos, mientras que a otros nos hierve la sangre y se nos agrietan los nervios pensando en pamplinas. La gente 10 merece vivir. Se lo merecen a pulso. La gente 10 son tanques que apisonan las piedras del camino, sean grandes o pequeñas, sin pararse a pensar en lo que están superando. Ojalá yo algún día pueda ser un tío 10.

La gente 10 no desfila en pasarelas de moda. A lo mejor, no son 90-60-90 ni son portadas de revista. Porque la gente 10, lo bueno que tiene, es que su belleza no es palpable a la vista. Porque a primera vista, suscitan compasión. Pero la compasión no es lo que desprenden en mí. Lo que desprenden en mí es admiración.

La gente 10 se ríe en su calamidad. Le pega un guiño a la vida que hace que todas las piedras de La Caleta se remuevan de sus sillares. E incluso a la piedra cuadrada la pueden poner redonda, si no se descuida.

Quiero pensar que existe más gente 10 fuera del hospital. Pero, de momento, aquí es dónde se me presentan con más claridad.

Gente 10, os deseo lo mejor de lo mejor. Mil besos, Paulita_larita.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Azul

Siempre ha sido mi color favorito. De chico y después, de adolescente, jugar al parchís en la playa, era sinónimo de pelearse con mi amigo Sergio Carmona, por coger las fichas de ese color. Más tarde se convirtió en la obsesión de mis cuadros de óleo y acuarelas: siempre temas con la mar o el cielo de Cádiz, de por medio.

El azul me relaja, me gusta. Me sugiere mares, ríos y cielos de las mañanas frías y claras de invierno. Amarillo y azul es el color del Cádiz.

Azul es el tema de Windows en mi ordenador y azul el tema de pantalla de mi móvil. Mis camisetas preferidas son las azules y las camisas y polos de ir a trabajar, más de lo mismo.

Hoy el día es un poco gris. Está la tarde deseando descargar algo de agua ligera. Y no se ve el cielo azul, por supuesto. Sólo nubarrones oscuros.

Hoy el azul se ha ido de mi paisaje y ayer también desaparecía uno de los azules más bonitos y profundos de entre todas las miradas del cine. El de los ojos de Paul Newman.

sábado, 27 de septiembre de 2008

La chirigota de Molina


Los Hermanos "Martínez Gayoso" son el equivalente a los Hermanos Carapapa del Carnaval de Cádiz. Pero los Hermanos Martínez Gayoso viven a 600 kilómetros de Cádiz.

Todo empezó cuando conocí a Nacho, uno de los susodichos. En un viaje a Marruecos, con la excusa de jugar al fútbol en el equipo de mi hospital, Mari y yo hicimos amistad con este fisioterapeuta de Molina de Segura, un pueblo muy cercano a la capital.


Pronto saltó la chispa. Una noche cenando en Agadir (Marruecos), me comentó que era un auténtico enfermo del Carnaval de Cádiz. Esa misma noche, empezamos a cantar y a cantar todos los repertorios de chirigotas, comparsas, coros, romanceros, cuartetos y demás que recordábamos. Y os puedo asegurar que eran muchos. Pobre Mari.

Y al final de la noche, me dice "Pues en Molina tenemos una chirigota". Nada más que hablar.

Días después, Nacho nos invitó a Mari y a mí, a acercarnos a uno de los ensayitos de su chirigota. La chirigota de Molina. Y eso ya fueron palabras mayores. Quince tíos de Murcia, cantando con su acento murciano, y mirándonos a nosotros dos, con las venas en el cuello, diciendo aquello de "Cádiz es de Cádiz na más y es patrimonio del gaditano". Im-presionante.

Con los hermanos Martínez, Pablo y Nacho, cantando carnavales en Garmisch-Partenkirchen (Alemania), este verano


Y llegó el otoño y el invierno, y Nacho me pegaba el toque, ¿te vienes al ensayo este viernes?, y yo iba y cantaba con ellos, como si fuera uno más. Y conocí a Ful. Un privilegiado de la mente y del humor. Una de las personas con más ingenio que he conocido. Y conocí a Pablo. Un privilegiado del oído y de la guitarra. Un tío que se ríe al compás del 3x4 (vaya carcajadas que pega...).

Y al final, mire usted por dónde, doy gracias a Dios, porque gracias a este grupo de personas, cada viernes que voy a ver su ensayo recorro, del tirón, 600 kilómetros. Y me parece que hasta huele a mar. Gracias, amigos de la chirigota de Molina.

Para acabar, os dejo con un pasodoble que hiceron hace ya algún año. Se llamaban "Las que van a servir". Lo dedican al dialecto de Murcia, El Panocho. El lenguaje de la huerta. Una delicia. Feliz fin de semana.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Los girasoles ciegos

En una de esas tardes tan placenteras que Mari y yo nos dedicamos a nosotros mismos, fuimos el pasado miércoles a ver Los girasoles ciegos. Película, que según tengo entendido, entrará en la carrera a por el Óscar.




La película está bien articulada. Tiene mucho de crítica anticlerical y es un poco rojilla. Pero me gustó mucho. Nos vuelve a enseñar, como ya expuse en el post "Dachau" (septiembre 2008), que no es malo mirar atrás. La historia no está para avergonzarse, sino para aprender.


En la peli, Javier Cámara interpreta el papel de un escritor del bando republicano que vive en un escondrijo dentro de su casa, y pasa por "desaparecido" de cara al régimen. Cuántos Javier Cámara (Ricardo, en el film), se tendrían que esconder para guardar el pellejo. La cantidad de Maribel Verdú (Ana) que tendrían que aguantar carros y carretas, mientras eran insultadas e increpadas por asquerosos soldados. Y a la inversa. Cuántos buenos sacerdotes murieron por los disparates de otros muchos. Cuántas obras de arte de la Iglesia, quemadas y destrozadas por la ira y el rencor.


En esta tarde soleada de otoño, tranquilo desde mi ventana, observo la paz y la calma que sedestan sobre Murcia. Y veo que la gente disfruta. Disfruta paseando. Con los niños en los parques. Jugando al fútbol. Montando en bici.


Me encanta mirar al cielo y observarlo, azul, impoluto. Ver nubes, pareidolias. Y saber que, si seguimos así, nuestros hijos no tendrán que mirar al cielo, como nuestros abuelos, para ver dónde caerán las bombas de los aviones.

jueves, 25 de septiembre de 2008

De París

No sé si habrá salido ya. Lo cierto es que presiento cómo va a llegar. Lo hará entre cariños y amores. Lo hará con alegría y tozudez. Lo hará pronto. Lo hará tarde. Lo hará cuando lo tenga que hacer. No sé cuánto se tarda en venir de París. Bueno sí lo sé. Pero no sé exactamente cuándo.

Llegará de la mano de las personas que más le quieren en este mundo. Irene y Javi. Llegará para hacernos a todos comprender la grandeza de la vida. Ahí, desde su mundo, desde su idioma, no sé cómo se verán o se entenderán las cosas. A lo mejor sí que sabe mucho de Mozart o ha sentido mi mano apretándole con cariño la suya. Bueno, yo sí he sentido o su mano o su pie (menudo susto...).

Oficialmente quedan dos días para que venga.

No sé si será puntual o no. Javi lo es.

Ni cómo vendrá. Lo hará con decisión firme. Porque la tendrá. Irene la tiene.

No sé cómo será su cara. Un poco sí, pero como es un tío tímido, se la tapa de vez en cuando, y en las fotos que he visto de él, no ha habido manera. Pero seguro que tiene el brillo y la alegría de la mirada de Javi y seguro que tiene la nariz respingona y la sonrisa de Irene.

Ya me inquieta pensar que viene de camino. Antes lo veía venir de lejos. Pero ahora sé que vendrá pronto. Quedan dos días.

Lo único que sé, es que Mari y yo le vamos a querer un montón. Que le vamos a recibir con todo el amor del mundo. Porque hemos palpado, de primera mano, el amor con el que se ha ido fraguando este viaje. Por eso y por muchos motivos más, lo único que me queda es desearte una feliz venida. Te quieren desde ya (y desde mucho antes). Mari y Óscar.


miércoles, 24 de septiembre de 2008

Pareidolias

Durante el MIR, cualquier médico lo sabe, los conocimientos que se refrescan en la memoria son innumerables. Adquieres unos hábitos de estudio fuera de lo normal. Hay asignaturas que estudias con más agrado y otras con menos, pero al final de todo está siempre el paciente y su problema. Con ese enfoque, todo se hace más amable.

Entre esas asignaturas, la Psiquiatría nunca se me dio mal. Creo que la pude estudiar con gustillo por la curiosidad de saber el porqué de la actitud de determinadas personas que conocía, incluido yo mismo.

Pues en Psiquiatría se estudiaban muchos fenómenos curiosos. Incluido entre ellos está la PAREIDOLIA.

¿Nunca os habéis tumbado en una playa nublada y habéis visto las nubes tomando formas de animales, árboles o caras? Pues eso es la pareidolia.

Por ejemplo, un reloj despertador que parece triste:



O un lavabo con cara de persona:



O las llamas que salían de una de las torres gemelas con forma de una malvada cara:


Pues hoy, en Murcia, no hay forma de ver pareidolias por ningún lado, porque todo el cielo está nublado completamente y tenemos un tormentazo de categoría. Se huele el olor de la calle mojada por la primera lluvia seria del otoño. Se empieza a pensar en mantas, abrigos y paraguas (esperemos que lo usemos mucho aquí, porque hace falta mucha agua en esta bendita Región). Los árboles empiezan a desperezarse y tumban sus hojas quemadas por el sol del verano. En fin, todo esto, para decir que el otoño ya está aquí.

martes, 23 de septiembre de 2008

Las malas yerbas



Las malas yerbas o hierbas las hay por todas partes. Están en la calle, en casa, en el trabajo. Allá donde hay plantas, hay malas yerbas (permitidme que lo escriba así, que me gusta más). Allá donde hay jardines, hay malas yerbas. Si tienes una planta, por pequeña que sea, siempre habrá alguna yerbita que le crezca alrededor y se alimente de las raíces de ésta.


Pero las malas yerbas, aunque aparentemente sean inofensivas, hacen daño. Hacen daño porque crecen donde nadie las quiere. Probablemente si se criaran ellas solitas en un sitio donde pudieran ser permitidas, no molestarían. Pero no. Crecen al lado justo del rosal más bonito, o del geranio más florido.




Las malas yerbas "se caracterizan por su alta capacidad de dispersión, gran persistencia y por ser muy competitivas" (del Herbario de la Universidad de Navarra). Son plantitas que, siendo más insignificantes y ridículas que nadie, pretenden robar el agua y los nutrientes a quien más se los merece por belleza y, ¿por qué no?, por naturaleza. Tienen gran capacidad de dispersión. Mmm. Se pueden poner de acuerdo, y si se ponen de acuerdo varias malas yerbas, entonces cualquier hibisco o cualquier ave del paraíso, está perdida. Se la cargan.


Siguiendo con la definición de la Universidad de Navarra, "disminuyen el rendimiento del cultivo, interfieren con estructuras agrarias o en los procesos de cosechado y comercialización". Es decir, que las malas yerbas sólo se dedican a dar por saco. Por eso son malas.


Hay algunas que incluso se dedican a trepar, como las enredaderas, intentando disimular la belleza de las orquídeas, o acallando el olor del romero. No les importa que nadie las vea, porque su único interés es crear disconfort y caos en los jardines.


La orquídea, probablemente una de las flores más bellas del mundo


Por eso, queridos amigos, es necesario arrancar las malas yerbas del jardín. Por lo menos, del jardín propio. Arrancarlas y quemarlas, desterrarlas, para que ninguna de ellas sea capaz de romper la armonía en nuestro terreno. Pero ésto sólo es un consejo de jardinería. Que nadie se lleve a error.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Morderse la lengua

Hoy me tengo que morder la lengua. Y me tengo que morder la lengua porque hay algunas cosas en esta vida que me conmueven muchísimo. El dolor ajeno, es una de ellas. Por ello me hice médico. La necesidad de arropar a los que más te necesitan en los momentos de enfermedad. Sobre todo a los que aún tienen mucho por vivir: los niños.

Hoy me tengo que morder la lengua. Me la muerdo porque veo a un "niño" de 17 años que ha perdido a su padre (un hombre, joven, de 45 años) en un atentado en Santoña, emocionado, contando que a su padre le han matado haciendo lo que más quería. Y eso no tiene precio. Ese dolor no es "negociable". Me ha emocionado, de verdad lo digo, ver la entereza de este chico, casi adolescente aún, hablando a las decenas de micrófonos que se apegotonaban ante él.

Y me sigo haciendo la misma pregunta, para mí, para mis adentros, la misma pregunta que me surge cuando hay un atentado de estos innombrables. ¿Quién demonios va a vivir en un País Vasco gobernado por esta gentuza? ¿De verdad creen que lograrán algo? ¿Dormirán tranquilos? ¿Sentirán dolor ajeno? ¿Qué pensarán al ver a este chico hablando de su padre?




No sé. No entiendo nada. Lo peor de todo es la sensación de desprotegimiento que tengo. Porque para colmo, seguro que nuestro Presidente del Gobierno, estará, a estas horas, pensando en "qué le gustará más a los españoles que diga o que haga". Nada. Me tengo que morder la lengua.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Ya no tenemos edad

Hay cosas para las que ya no tenenemos edad. Lo digo con toda la sorna del mundo, porque tenemos un amigo que eso es lo que dice cuando surgen determinados planes pandilleros.

Y eso es así.

Verán por qué les digo esto. Ayer, diez individuos de entre 25 y 30 años, planearon, al detalle (bueno, al detalle, gracias a Alejandro que se curra todos los viajes un montón), una incursión de un día de duración en el famoso AQUALANDIA de Benidorm. Un parque acuático muy bonito y bien pensado para niños y adultos.

Tan sólo unos cuantos matices:

1. Es curioso. Resulta que si, por internet, te imprimes un boleto de descuento pues te sale la entrada a 17 €. Si no, si por casualidad, no viste ese boleto o eres guiri (muy probable, tratándose de Benidorm), pues pagas 25€.

2. Es asqueroso. Resulta que vas andando por un parque entero con los pies húmedos: sin chanclas o si vas con chanclas, van mojadas. Asqueroso. El virus del papiloma humano tiene que estar empadronado en este Aqualandia. Digo yo.

3. Es peligroso. Resulta que hay dos atracciones en las que, si tienes afecciones cardíacas, mejor ni las veas de lejos. Son dos tubos, uno amarillo y otro azul (mira tú, del cádiz, qué arte), que escupen a las personas hacia abajo, en un ángulo muy, muy vertical. Tanto que llegan a despegar la espalda del tobogán y se sienten en el aire. Hablo en 3ª persona, porque como comprenderán ustedes yo no me monté. Demasiados sustos tengo ya con el Cádiz to los domingos como para perder pelo en este tipo de agresiones físicas.



4. Tienen patatas con sabor a pescado. Popularmente conocidas como fish & ships. ¿O no?

Y al final llegas a la conclusión, de que no tienes edad para estas cosas. ¿Por qué lo digo? Pues porque acabando de comer, ya nos habíamos montado en todo, estábamos mojados, destrozados y psicológicamente mermados. Y pasó lo que tenía que pasar.



La foto es de Alejandro que tuvo la sangre fría para levantarse de la siesta y hacerla.

Una siesta tremenda en el cesped (si se le puede llamar así). A la sombrita. Un placer para el cuerpo. Un placer que no sabes valorar cuando eres crío. Y claro, nos levantamos de la siesta y pa casa. Ya no había fuerzas para mucho más. Un par de "pistas blandas" (con coreografía incluida) y algún "black hole". Nada. Para casa.

Y el que les escribe, para colmo de los males, hoy, malo con la garganta como si tuviera un puñados de cristales en todo el gaznate. Algo de febrícula y ojos vidriosos. Nada grave, pero sí un catarrazo del quince, que me tendrá a base de Ibuprofenos y sin fumar un par de días.

Para acabar, les dejo con una imagen de una de las entrañables atracciones de Aqualandia. Una pequeña tirolina inofensiva que se encuentra a unos tres metros de altitud del agua de la piscina que hay por debajo. No dejen de verlo. Un placer visual.




sábado, 20 de septiembre de 2008

Andalucía es de cine

Hace unos años, un par de insignes directores de cine, Manuel Gutiérrez y Juan Lebrón, se dedicaron a recrear, pueblo a pueblo, toda Andalucía.
Al principio aparecían como pequeños anuncios en el Canal Autonómico de Andalucía, pero he descubierto que han hecho una enciclopedia en DVD (http://www.andaluciaesdecine.com/).
Me parece que son unas tomas muy bonitas acompañadas de una música estupenda (Gustav Holst "Los Planetas" Op. 32).
Ahí os dejo un video precioso. Disfrutadlo. Gracias a Don Paul Spleen por sus consejos para incrustar videos de YouTube.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El Ibex-35


No soy yo de las personas que pierden el sueño y se desvelan, en mitad de la noche, pensando en cómo pagar su hipoteca. De momento, no. Y no porque sea rico, precisamente. Vivo de alquiler. Es cómodo, pero como me dijo mi padre "estás perdiendo el dinero". Qué le voy a hacer.

Pero sí pierdo el sueño y me desvelo en la noche, pensando en tener una casa propia, y poder pagar una hipoteca. Estoy deseando que llegue ese día en que vas al banco, con la cara lavada y recién peinado. Afeitadito. Oliendo bien. Estoy deseando sentarme delante del director (o directora) de la sucursal y expandir mi maravillosa firma.

Quiero hipotecarme. Pero quiero poder pagar la hipoteca. Por eso estoy de alquiler. Porque a pesar de "ser cirujano" ("ay que ver, con lo que tienen que ganar"), y a pesar de los pesares, mi situación no es, de momento, estable. A pesar de los 6 años de carrera más los 5 años de especialidad, puede que acabe y el Sistema Murciano de Salud, o el Sistema Andaluz de Salud, no quieran saber nada de mí. Y entonces a ver qué hago yo.

Lo veo clarísimo. No quiero hipotecarme. Eso es un rollo. Prefiero pegarme con Mari mis viajecitos una vez al año, comprarme las "frikadas" más grandes para mi ordenador y artilugios para mi cámara de fotos, junto con algunos buenos libros. Que le den al Íbex-35 y se lo metan por sus "Wall Street".




Postdata: A ver si el Banco Central Europeo se enrolla, y me inyecta unos cuantos miles de "mortadelos" en mi cuenta, porque si no, veo que lo de la vivienda está más difícil que ponerle unos calzoncillos a un pulpo. Que tengais buen fin de semana.



jueves, 18 de septiembre de 2008

Angelito

Ángel se va. Era un secreto a voces, pero así es. Ha decidido que su carrera como Cirujano Pediátrico ha acabado. De momento.



Ángel es nuestro R2 (residente de segundo año). Es de Albacete. Un tío legal. Buena persona y muy buen profesional. Antes de hacer Cirugía Pediátrica, ya era Especialista en Medicina Interna. Un máquina. Me llaman en el Servicio, "adulator" por mi fama en exagerar elogios a los demás. Pero Ángel es un tío que los merece.

En estos dos años, ha demostrado una gran capacidad de trabajo y una gran capacidad para ganarse el corazón y el respeto de todos los que formamos este equipo.

Espero que en tu nueva etapa, en Albacete, seas muy feliz y que logres tantos éxitos como mereces.

Un abrazo, amigo. "Angelito".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El siglo de los cirujanos

Maravilloso libro éste de Jürgen Torwald. Su abuelo fue Hartmann. Cualquiera que sepa Medicina sabrá la intervención quirúrgica que se desarrolla para el intestino grueso, y que tiene por nombre, pues eso, procedimiento de Hartmann.

Éste libro me ha enseñado a saber valorar lo que tenemos actualmente en cuanto a técnicas quirúrgicas y a nocionas básicas. Cuando digo nociones básicas me refiero a: evitar infecciones y evitar el dolor.

En unos tiempos en los que no se valora a la digna profesión médica, tenemos de todo y no sabemos valorar que hace algo más de un siglo, la gente se operaba con dolor, con mucho dolor. Que una cesárea estaba prácticamente condenada a la muerte de la madre. Que sacar una muela podía ser un proceso inolvidable para el paciente. Que pocos o casi ningún cirujano se atrevía a operar una barriga porque todos los seres humanos del planeta se morían debido a unas "fiebres purulentas". En fin. Ahora las quejas son otras. Porque, evidentemente, el listón está más alto que nunca.


Pero me da qué pensar una cosita. Tengo un amigo que estuvo rotando el pasado año en Estados Unidos y me comentaba el respeto tan considerable y la pulcra educación de cualquier paciente ante el cirujano. Y es que, claro, allí se paga. Y cuando digo, se paga, es que se paga. Allí no hay colas en Urgencias, por un dolorcito de muela, por hacerse una radiografía y ver cómo tiene uno hoy la rodilla. No. El dinero. El asqueroso Dios venerado por todos. Eso es lo que hace que allí le traten a un cirujano como a un cirujano y aquí te traten como "eh, tú, como no salga bien la operación, verás..." (como le dijeron aquí a un compañero mío).


En fin, éste desde luego es el siglo de los cirujanos por muchos avances y tecnologías, que Gracias a Dios, podemos aplicar en el día a día para poder diagnosticar y tratar mejor los defectos de la Madre Naturaleza. Ojalá que fuera también el Siglo del RESPETO a esta honrada profesión que no es igual (no puede serlo) que cualquier otra. Arte y Ciencia.

El Guarro

Hoy es uno de los días en los que los médicos no vamos a trabajar. Es mi día de libranza de guardia. Y hoy nos hemos ido de senderismo.

Hemos cogido las cosas por la mañana (mochila, agua, unas peritas de agua, cámara de fotos) y nos hemos largado a Cartagena. El destino: la Cala de Fatares. Un paisaje estupendo. Una climatología acertada (incluso nos ha llovido un poquito por el camino). Y una ruta de dificultad 2-3 que en determinados momentos es durilla. Por la pendiente para bajar a la cala.


En amarillo, el caminito que hemos seguido

Pero las vistas han merecido la pena.

Al bajar a la cala, completamente desierta, por supuesto (quién, en su sano juicio, va a bajar allí para bañarse, to los días...), nos hemos ex-playado (nunca mejor dicho) con su momento para bañarse, salpicar, bucear y comer.

Y luego, a subir otra vez toda la cuesta. Me río yo del Angliru, ese. No veas qué desnivel, Maribel. Pero hemos llegado sanos y salvos.

Ya en un pueblecito de Cartagena, nuestra guía María José, nos ha llevado a uno de esos bares, bares. Me refiero a que si estuviera ese bar, en medio del desierto de Arizona, probablemente Quentin Tarantino lo habría usado como espacio para asesinar a media docena de chinos o algo así. Este bar, forma parte de la España profunda, profundísima. Y se llama (así me ha dicho María José): El Guarro. A simple vista, no hay letreritos ni nada por el estilo. Sólo un anuncio de Tabacos. Y ya está.


Tiene ese toque (parecido al Manteca, muy, muy, muy de lejos, vamos, nada que ver), de carteles taurinos y estanterías atiborradas de botellas. No hay cubiertos. No hay platos. Todo se sirve en papel de estraza.

Pero, si me preguntáis, el porqué de llamarle El Guarro al sitio éste, sólo os puedo decir una cosa. Se dice (son rumores) que cuando pedías una tostada de manteca colorá, te la untaban con el dedo. En fin, la excursión mu bonita.

martes, 16 de septiembre de 2008

El Valor y el nicho 29

Mi padre tenía 11 años. En Algar, el pequeño pueblo de la Sierra de Cádiz donde nació y vivió hasta tener casi mi edad, haría un calor tremendo. Seguro. Porque era pleno mes de agosto. Él me contó en una ocasión cómo aquel día el cielo se puso más rojo de lo normal. Y a lo lejos, amortiguado, se escuchó un enorme ruido, cómo de cañonazo.

En Cádiz casi no nos acordamos ya. Sólo han pasado 61 años. Pero la actual configuración de muchos barrios de Puerta Tierra, incluido Trille y la Segunda Aguada, los míos, es consecuencia de lo que ocurrió el 18 de Agosto de 1947.



Un almacén lleno de minas se incendió y explotó. 200 toneladas de trilita. Consecuencia: 152 muertos y 5.000 heridos. La parte "nueva" de Cádiz, destrozada. Los cadáveres no identificados, en el nicho 29, "fila 5, patio 6 de la línea Norte del cementerio de Cádiz y en una fosa común del patio 3, línea Sur, empleada para sepultar este tipo de despojos no identificados" (Aparicio Florido, JA).

Un varapalo del que la ciudad aún tiene cicatrices. Todo el diseño inmobiliario de los barrios de "Puerta Tierra" (así llamamos en Cádiz, la parte nueva de la ciudad), se vieron afectados. Se propuso un plan urbanístico para el resurgimiento de aquella zona afecta. Entre aquellas medidas, se propuso abrir dos grandes arcos en la fortificación de las Puertas de Tierra que separan el casco antiguo de la parte nueva. Todo para que hubiera una mayor fluidez entre las dos partes de la ciudad. Dicho sea de paso, las Puertas de Tierra ayudaron a que la onda expansiva no afectara al casco antiguo. Aún así hubo algún incidente.



Las puertas de la Catedral, se doblaron por la onda expansiva

Y en medio de la tragedia, como siempre, el Valor. Me gustaría dedicar unas líneas al capitán de corbeta don Pascual Pery Junquera.

Resulta que había otro almacén al lado del que explotó que también estaba repletito de minas. Aquella tarde cuando el fuego se apoderó de la Base de Defensa Submarina y el caos más absoluto reinaba en el Barrio de San Severiano, un reducido grupo de marineros bajo el mando de don Pascual, se metieron en el meollo de la cuestión para sofocar el fuego. Sus manos y escombros fueron los artilugios para controlar aquellas llamas.



don Pascual Pery Junquera, un héroe

También los ciudadanos de Cádiz, los que estaban vivos o no estaban heridos, se coordinaron para apartar, empujándolo, un vagón de tren que iba cargado de explosivos.

Unos héroes. Cuando le ves las orejas al lobo tan de frente, lo normal es correr. Lo que muchos hubiésemos hecho. En cambio, esos hombres arriesgaron su integridad física para proteger al resto de sus paisanos. Similar a los bomberos del 11-S, pero con una peculiariedad. Allí, los bomberos son héroes y serán recordados cada 11-S de cada año.

Aquí, aunque "El hecho fue providencial, su importancia se fue diluyendo con el tiempo ante la gravedad de semejante acontecimiento y la prioridad del Estado español de acallar el asunto y minimizar su importancia por cuanto suponía de descrédito para el gobierno y el ejército" (de http://familiapery.blogspot.com/2007/02/la-explosin-de-cdiz-1947-belt-iberica.html).

Pero en el fondo, la memoria histórica de Cádiz, les debe a estos héroes un agradecimiento eterno. Mientras que, como dice Antonio Burgos, aquella noche Antonio Machín no cantó en el Cortijo de los Rosales, estos se jugaron el pellejo para que mucha gente siguiera escuchando el "angelitos negros".

lunes, 15 de septiembre de 2008

El pregonero


De vez en cuando, la actualidad gaditana te sorprende con muy agradables noticias como la de hoy. Javier Ruibal, pregonero del Carnaval de Cádiz 2009. Así se lo han hecho saber desde el Ayuntamiento de mi ciudad.


Me alegro mucho. Me alegro de verdad, porque Ruibal se nota que es un tipo que se lo ha currado toda su vida, pero con vocación. Eso es diferente. Vocación de cantautor. Por lo menos a mí es el que más me llena. Ni Pedro Guerra, ni Ismael Serrano, ni Serrat, ni Sabina, para mí, tienen ese puntito de fusión, ese arte a la hora de llamar a cada cosa por su nombre. Ni, por supuestísimo, son de El Puerto de Santa María, que eso ya son muchos puntos a su favor, hablábamos ayer de El Puerto.

Para el que no lo conozca, que empiece por escuchar canciones como "La gloria de Manhattan", "Agualuna", "Isla Mujeres", "Tabaco y tinto de verano" y mil historias vivas de Cádiz, del Sur, del mundo.

A todos nos ha sonado alguna vez la melodía que utilizaba Martínez Ares en el popurrit de "Los Miserables". Nada que ver con la canción original, que es "Tierra" del disco Pensión Triana. Un lujo para el martillo, yunque y estribo.

Mari y un servidor, tuvimos la oportunidad de conocerlo personalmente estos carnavales pasados, en medio de una calle (Mateo de Alba, creo), escuchando a "Los Diplomáticos". Le abordé con mi cámara de fotos y con una sonrisa y la modestia propia de Los Grandes, accedió a inmortalizarnos digitalmente.
Este año, en la viña, escuchando a Los Diplomáticos

Ahora en nuestra etapa murciana, llevamos 2 años yendo al concierto que hace cada añito en la vecina localidad de Ceutí. Lágrimas en los ojos, cada vez que canta aquí, "La Reina de África" o "Tráeme canciones".

Pues sí, estoy contento. Porque no me gusta que Cádiz acumule deudas con los artistas, en esa relación simbiótica que los atrae mutuamente. Y hoy se ha saldado una deuda.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Mi jaca, galopa y corta el viento


Mi jaca, galopa y corta el viento cuando pasa por El Puerto, caminito de Jerez, y consecuentemente, de la Segunda A.

Vista aérea de El Puerto de Santa María
Ayer ganó el Cádiz. Y le ganamos a nuestros vecinos de El Puerto. Por cierto, preciosa localidad gaditana. Conocida por algunos murcianos como "el sitio éste...a ver...donde el marisco...Roo...Romerijo, eso!" (¿verdad, Raúl?).

Ay, quién los pillara por banda...


Le deseo lo mejor al Portuense (como a todos los equipos de mi provincia), pero es que ya era hora de ver a mi Cádiz en el nº1 (aunque sea provisionalmente) de una clasificación. Porque hasta ahora hemos sido los nº1 de los equipos "simpaticotes", nº1 en afición, nº1 en líos judiciales raros y nº1 en cagarla en el último partido, último minuto, de penalti (dando en el poste), en la ajetreada liga del año pasado.

La verdad, dicho sea de paso, prefiero estar en segunda B y hacer las cosas como se deben hacer. Prefiero eso a estar en Segunda y ganar el recelo de todos los equipos rivales. "Claro, los graciosos, los simpaticotes, como el Cádiz cae bien, pues, ala, a seguir en segunda A". No. Prefiero estar así. De momento. El año pasado (no es demasiado bueno hablar del pasado), no merecimos más que el descenso. Bueno, digo merecimos cuando, en verdad, es merecieron. Los jugadores, la plantilla, presidente, cuerpoS técnicoS (más de 3 entrenadores en una temporada), no estuvieron a la altura. La afición es otra cosa.

Este es el nº 12, cadista


Este año la campaña de abonados se llamaba, creo, PARTE DE MI VIDA. Me encantaron las distintas fotos empleadas en esta campaña, pues es fiel reflejo de la realidad que se vive en Cádiz.

Este no es el carnet de Los Lackers, picha, es el "carné der Cádi"


Pero, ¡ojo! no nos llevemos al engaño. También me duele cuando veo en diarios locales on-line, noticias sobre el Cádiz. Quince mil comentarios de los usuarios. Si se va al garete el Hospital, o si hay nosecuantosmil parados más en la ciudad, tres comentarios. No es justo. No nos podemos permitir los gaditanos ser unos muñequitos con corazón amarillo y azul, sólo. Sólo eso, no.

Ya me gustaría oir el grito de los gaditanos para muchas de las injusticias que se cometen con nuestra tierra. Y no sólo por carnavales. Dicen que en Cádiz es carnaval todo el año. Pero aquí no hay un concurso de agrupaciones más que en febrero y da la impresión que sólo levantamos la voz en esas dos semanitas de concurso. Que luego se nos ve el plumero.

En fin, Serafín, que me enrrollo más que una persiana.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Hércules, Gerión y Agustín

La historia comienza el día en que el bueno de Agustín sembró la duda.

- Oye, ¿sabéis que Hércules le dio la del pulpo al Gigante Gerión aquí en la torre de Hércules en La Coruña?

Inmediatamente mis neuronas calcularon que algo así pasó también en Cádiz. Se dice que debajo del Drago milenario de mi Facultad de Medicina, estaba enterrada la cabeza de este gigante.


- No puede ser, Agustín. Eso mismo pasó en Cádiz. Y la cabeza del tal Gerión está enterrada allí, no aquí en La Coruña, picha.

Pues bien, investigando sobre el tema y tras varias discusiones acaloradas en el Galileo, voy a dar una correcta (por lo menos aproximada) solución a este problema.

Bien, querido Agustín, resulta que La Coruña y Cádiz hacen referencia a Hércules en sus escudos.





Mientras que en el de Cádiz, sale Hércules directamente con sus dos leones, en el de La Coruña,se aprecia la torre de Hércules sobre la cabeza del pobre Gerión.

Dice una de las leyendas que Hércules se peleó con Gerión en La Coruña, pero dice la misma leyenda, que venía persiguiéndolo desde Cádiz. Imagino que vendrían por la ruta de la plata, no sé si por la autovía o por la nacional. Pararían en Cáceres para comer unas buenas migas y más tarde en Salamanca, a pegarse un buen vinito. El caso es que Herculito mató al gigante justo donde se supone que está la torre de Hércules, actualmente.


Ahora, también la Mitología clásica, en concreto, Estesícoro de Himera, poeta griego (de Zeneta), en el 590 a. C. dice que:

"Como décimo trabajo se ordenó a Heracles el ir a buscar el ganado de Gerión a Eriteia (se supone una isla de Cádiz). Es esta una isla, situada en las proximidades del Océano [Atlántico], que ahora se llama [ Tartessos ], esta isla estaba habitada por Gerión...[...]. Gerión tenía los cuerpos de tres hombres creados juntos, unidos, uno por el vientre, y divididos en tres desde los costados y los muslos. Era propietario de un rojo rebaño [de bueyes]. Euritión era su pastor y su perro guardián, Orto, de dos cabezas,.... Viajando a través de Europa a buscar el rebaño de Gerión, Heracles mató muchas bestias salvajes. Se fue a Libia, [Africa], y al pasar por Tartessos levantó las dos columnas, una a cada lado, en los límites de Europa y de África, como monumento de su viaje. A lo largo de su viaje fue abrasado por el sol y él dobló su arco contra el sol. El sol, admirado de su atrevimiento, le dio una copa de oro, con la que atravesaría el Océano. Llegó a Eriteia y se hospedó en el monte Abas. El perro lo divisó y se precipitó sobre él, pero le golpeó con su maza. Cuando el pastor vino a salvar al perro, Heracles lo mató también. [Otro Pastor], que pastoreaba el rebaño de Hades en aquel lugar, le contó a Gerión lo sucedido. Gerión sorprendió a Heracles al lado del río Antemo, en el preciso momento de llevarse el rebaño. Luchó con él y le mató. Heracles embarcó el rebaño en la copa, atravesó el mar hacia [Cádiz] y devolvió la copa al Sol".

Todo esto es mitología. Pero resulta curioso la conexión Andalucía-Galicia. Y es que en la época fenicia-tartésica, los tartessos (grandes navegantes), se pegaban sus vueltecitas hasta tierras ligures (Galicia) y probablemente eso explique gran parte de porqué se comparte esta historia en dos ciudades, cada una en un pico-esquina de España.

De todas formas, si queréis saber más sobre el tema: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1484



Agustín, por fin hemos resulto el entuerto. Un abrazo, amigo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

El botín de verano

Cada vez que voy al Museo Arqueológico de Cádiz, hay varias piezas que me dejan con la boca abierta. Dos de ellas, los sarcófagos fenicios. El de un hombre y una mujer. Dicen que el entonces director del Museo, se llevó toda la vida buscando uno de los dos. Murió sin encontrarlo. Tras su muerte, al demoler su casa, en las excavaciones realizadas para cimentar otro edificio, se encontró el sarcófago número dos del Museo. Cosas de la vida...



Las estatuillas en terracota también me impresionan mucho. Esas mujeres sin ojos, que deberían estar llenas de collares y pendientes del más puro oro.

Cómo no, las ánforas encontradas a todo lo largo de nuestra costa.

Pero me resulta muy curioso ver el capitel protoeólico (vaya nombrecito...) ahí en su cristalera, como si nada. Como si no hubieran pasado todos esos miles de años por él. Y lo mejor de todo es la historia de cómo se descubrió.

Al parecer se encontraban un dominguito en La Caleta dos críos jugando entre las rocas (una de ellas, a saber, la piedra cuadrá). Pues bien, en esto que el cangrejo que iban persiguiendo, en su labor de mariscadores novatos, se metió debajo de una piedra cubierta de musgo. Avisaron a su abuelo, un militar retirado cuyo nombre no puedo acordarme, para que les ayudara a retirar la piedra, pues ésta estaba suelta y se movía con cierta facilidad.




Allá fue su abuelo y cuando retiró la piedra notó que tenía unas circunvoluciones muy raras. Con su pañuelo retiró parte del musgo que la cubría. Siguió observando que a pesar del estropicio del mar, era muy extraña. No era normal. Así que decidió cargar con la piedra y al día siguiente la llevó al Museo Arqueológico.



Gracias a Dios que lo hizo. Hoy es una de la piezas reputadas de dicho Museo. Fue el botín de verano de aquellos niños y de su abuelo. Y vaya botín.

Según la página celtiberia.net: "Está datado en época fenicia arcaica (siglo VII a.C.).Este capitel es testimonio de la existencia en el extremo más noroccidental de la antigua isla de Cádiz de un importante edificio fundado en época fenicia [...] señala la presencia en la Punta del Sur y Castillo de San Sebastián del templo de Cronos. Este dios no era más que la versión romanizada de Baal que, junto con Melqart y Astarté, forman la tríada oficial de Tiro y, seguramente, de Gadir".

No dejéis de visitar el Museo Arqueológico de Cádiz, porque es una auténtica maravilla.

Amigos

Una de las cosas que uno descubre cuando sale de casa, es que sigue habiendo gente a la que uno considera amigos. Los amigos son eso: un corazón en dos cuerpos, una misma alma compartida. Eso que me pasa en Cádiz con mis amigos de toda la vida, me está pasando ahora en Murcia. Descubrir nuevos corazones, nuevas almas, con las que me siento a gustito.



Por todos ellos y por ese maravilloso viaje por Asturias, Galicia y Garmisch-Partenkirchen (Alemania) de este verano, van estas fotos. También y, cómo no, por Javi & Irene, que aunque no hayamos viajado juntos este verano, pronto nos darán la alegría más grande que podían darnos.

Gracias a todos ellos.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Dachau

Hay nombres en esta vida que no se pueden olvidar. Uno de ellos es Dachau. Dachau es uno de esos sitios por los que no pasa el tiempo. Tan reciente que aún huele. Y es un olor raro el que desprende.

Dachau fue uno de esos "campos" llenos de casetas grandes. Y lo crearon esos señores gobernados por el Furias. El único "pero" que se le podía poner a ese campo, es que la gente siempre estaba muy triste. Ah, y que todos llevaban pijamas de rayas en aquel lado de la alambrada. No sé si John Boyne lo hubiera relatado así en su bonito libro "el niño con el pijama de rayas". Una delicia, dentro de todo el drama.


Pues bien, este verano tuve la oportunidad de visitar Dachau. Ana, Mari y yo, quedamos perplejos de lo abiertas que están las heridas allí. Hay silencio y un cielo gris plomo que te hace mirar alrededor e imaginar todo el dolor que sale de entre las piedras. Son tres millones de voces las que, desde sitios como Dachau, Auschwitz y otros más, se apagaron. Aparentemente. Porque allí, en Dachau, se siguen escuchando los gritos y los llantos. Es imposible no oírlos.



Os invito a que visitéis Dachau. No debemos olvidar. No. Aquí la semana pasada, el Juez Garzón ha intentado reabrir los sumarios de los que murieron en "nuestra" Guerra Civil (es muy vergonzoso tener que decir "nuestra", pero...).

Ha habido quien ha dicho que es "mejor no reabrir las heridas del pasado". Y leí que alguien decía que "nunca se cerraron". No ha dado tiempo a que se cierren. No han pasado más de 100 años aún. La diferencia con Dachau es que allí murieron incinerados tres millones de inocentes. Aquí no sabemos cuánta gente de un bando y de otro murieron. Pero esos cadáveres no son polvo. Son huesos y cráneos que siguen apareciendo desde fosas comunes.

Y sus voces también pueden oirse. Se pueden oir desde muchos sitios desde el Norte hasta el Sur. Sus gritos lo único que piden, se escucha bastante claro, es que mimemos y cuidemos nuestra democracia. Sólo por toda esa sangre derramada, merece la pena que nos encomendemos, todos, a esta viva misión.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El big bang




Hoy acaban de anunciar no sé qué de un túnel gigante circular en Suiza, me parece. Al parecer, el tunelcito lleva implícito un mecanismo coche-choque de protones. Y cuando colisionan entre sí estas moléculas entonces se puede liar...

Quieren imitar, dicen, lo que fue el big bang. Al parecer esto dará información a los científicos sobre la manera en que funcionan determinados campos magnéticos y experimentos anteriores a éste, facilitaron el descubrimiento del TAC o de internet.

No sé qué sacarán en claro del big bang. Yo lo único que conozco que se le parezca es la Big Band. La Sonora Big Band de Cádiz, que hacen una música deliciosa, totalmente recomendada para la salud, y que perfectamente con sus delicados sonidos podría haber dado lugar a una explosión que generase este y otros cientos más de planetas.

Me ha gustado la noticia, puesto que han salido hablando un par de investigadoras españolas que participan en el proyecto. Esto me hace pensar en la de gente con talento que hay en España. Por mucho que aquí se estile que el talento significa que Risto Mejide no te nomine en OT o que en factor X o supermodelo, te regalen "a lo fácil" una carrerita maravillosa.

Estas investigadoras, probablemente hayan robado mucho tiempo a sus familias, a sus amigos, a tomar copichuelas, etc., por dedicarse al estudio, a la experimentación (con todos los fracasos y decepciones que ésta conlleva), a mejorar la vida de los demás, desde el punto de vista de ahondar en el conocimiento.

Mi más sincera enhorabuena a la gente como ellas, que son un ejemplo de verdad a seguir, y a las que probablemente nadie les haya regalado nada. Enhorabuena.


La piedra cuadrá

Para el que no lo sepa, soy de Cádiz. Y en Cádiz hay una playa. Esa playa se llama La Caleta. La Caleta es especial porque es una playa por la que no pasan los años. Uno se sienta ahí en la arena, y es capaz, cerrando los ojos de imaginarse mujeres fenicias con ropas ricamente adornadas pasando a tu vera y sonriéndote con esa gracia especial de la mujer del sur.
Cuando abres los ojos, si hay bajamar, entonces un enjambre de piedras se van mostrando, tímidamente, ante ti.
Hay dos escolleras en esta playa, la punta del Sur y la punta de la Nao. Las dos tienen sus misterios y su historia.
Este que les escribe, ya lleva un año sin navegar por esas aguas. Aguas surcadas durante 3.000 años por mil culturas, mil colores y mil mujeres.
Pero a pesar de todo, tengo esa belleza metida en el coco. Y cierro los ojos, y estoy pasando ahora mismo por la punta de la Nao con mi barquita. Remando, remando, casi puedo tocar con los dedos...LA PIEDRA CUADRÁ.

El de la foto soy yo mismo remando en una barquita en La Caleta.